THE PATHFINDER
BIEN HECHO MI HIJO BUENO Y FIEL
Elwin R. Roach
Piblicación #114.99
"EL PATRÓN LE CONTESTÓ: MUY BIEN, SIERVO BUENO Y HONRADO; YA QUE HAS SIDO FIEL EN LO POCO, YO TE VOY A CONFIAR MUCHO MÁS. VEN A COMPARTIR LA ALEGRÍA DE TU SEÑOR"
¿Has pensado mucho lo que toma ser tanto un hijo como un siervo bueno y fiel? Parece que hay muchos, hoy en día, que están muy preocupados sobre sí están haciendo lo suficiente para Dios. Por supuesto, existe otro grupo que difícilmente lo piensa dos veces. Los hemos escuchado decir, "Mientras yo ponga un pie dentro o tenga un pequeño espacio en la parte de atrás de la tierra de gloria, estaré satisfecho." Descontando a estos, hay una multitud de personas sinceras que están frustradas porque sienten que ellos no hacen nunca lo suficiente. Ellos se preocupan hasta enfermarse por ello, y hay razones por lo que hacen eso. Para algunos, ellos han sido enseñados a lo largo de su vida en la iglesia que, a fin de complacer a Dios, deben estar ocupados haciendo buenas obras, y cuanto más hagan, mejor. Es similar a pagar premios o bonos sobre una póliza de seguro de incendio.
Este concepto ha sido llevado a todos los grupos de todas las épocas, de todos los géneros, y gente de diferentes clases sociales, en todas las iglesias, en todas partes. Es ampliamente enseñado que la gente debe ser diligente y hacer incontables horas de buenos trabajos para sus informes ya que pudieran no ganar sus coronas de oro cuando lleguen al cielo. Mucho puede ser dicho sobre las coronas; pero todo lo que diremos aquí es que las coronas no son ganadas por un arduo trabajo--ellas son ganadas por los vencedores de la guerra.
Algunos van tan lejos que llegan a decir que una persona no puede ser salva a no ser que él pruebe su fidelidad a Dios por sus trabajos, y hay una gran cantidad dispuesta a probar la efectividad de tales enseñanzas serviles. Sin embargo, seamos cuidadosos y no pongamos ninguna carga a la gente; porque la mayoría está completamente engañada, de la misma forma como cuando lo fue Eva cuando esta dijo en su corazón, " Yo puedo y lo haré a mi forma" Mientras un engaño está en la vida de alguien, sin importar si él o ella están voluntariamente ignorantes o de otra manera, no habrá fruto del Espíritu manifestado.
La mayoría cree que ellos están trabajando para Dios y complaciéndolo mucho por entregar su dinero dentro de los fondos de la construcción de una iglesia. Debido al razonamiento natural, ellos están construyendo un hogar para Dios. Un pensamiento generoso, yo supongo, pero esto es dicho por el mismo Dios: "... El cielo es Mi Trono, y la tierra es la tarima para mis pies: ¿Donde esta la casa que tú me construyes a Mi? Y ¿Donde esta el lugar de Mi descanso" (Isaías 66:1)
Algunos pocos tienen todavía algo más de entendimiento, sin embargo están todavía sin el total conocimiento. Ellos dicen que el edificio no es un hogar para Dios; sino es el lugar donde Él se reúne con ellos--- Como si Él tuviera algo respecto a los edificios santurrones, y a no ser que ellos vayan a la iglesia ellos lo perderían a Él. Otros están más cerca de un racionamiento sano al mantener que los edificios son para predicar, enseñar y tener lugares convenientes para que la gente se reúna a fin de a- prender y adorar a Dios. Esta es una causa mucha más legitima para añadir ladrillo sobre ladrillo; pero eso puede todavía ser un engaño al hacerlos esclavos a los rituales sistemáticos, entre otras cosas. Un engaño en particular es común en todas partes. Parecen ser aquellas cargas de los fondos de construcción de la iglesia. Quizás les parezca a ellos extraño que Jesús no parecía tener ningún problema en ministrar a la gente y adorr a Su Padre sin una iglesia. Él no tuvo una iglesia hogar, ni siquiera un lugar para reposar su cabeza.
Hubo, un tiempo, por supuesto, cuando la presencia de Dios fue conocida principalmente dentro de las estructuras. Fue primero en los confines del Lugar Santísimo del Tabernáculo, y más tarde en el Templo, y durante el período del Reino de la Ley, reino desde el cual debemos arrepentirnos. Este lugar en donde Dios era carne (alimento), sin embargo, era solamente para unos pocos sacerdotes, y por un período de tiempo. Una vez que Jesús vino y presentó el verdadero Templo (Él mismo y cada miembro de su cuerpo real) al mundo, la vieja tipología fue destruida para siempre.
Su destrucción tuvo lugar en el 70 A.C. por el General Romano Tito. La aparición del Hijo del hombre en juicio derribo el templo, no dejando piedra en su lugar. El diagrama, el símbolo, la sombra oscura no era por más tiempo uso a la luz de lo que estaba predestinado. No pudo permanecer una vez el Único verdadero descendió del cielo y hablo de su muerte. Desde ese día en adelante, el único templo para ser construido eternamente en donde Dios vive es en el ser de muchos miembros, hecho en los cielos. Es donde Él y nosotros hemos tomado residencia. Y ni este edificio ni su altar es hecho con manos de hombres. No hay piedras partidas o ladrillos hechos con argamasa adámica para mantenerlo unido. Este edificio es una casa espiritual y cada roca es una piedra viviente. Es de la hechura y escogencia de Dios. Desconocida para los talladores y constructores de ladrillos de hoy-Dios está construyendo la casa, no el hombre. ["Si me haces un altar de piedra, no serán piedras labradas, porque al trabajarlas con el hierro quedarán profanadas"] (Éxodo 20:25). Incontables son los altares contaminados, sin embargo, gente sin visión por los millones dados a aquellos ministerios hechos por hombres, contaminan sus dones.]
Por supuesto. Muchas almas bien intencionadas están trabajando incansables horas con esperanzas de complacer a un Dios estricto y furioso. Este es un Dios del que ellos hablan pero nunca esperan encontrar. Una organización muy devota y seria ha persuadido a sus seguidores que la única forma de que ellos presuman gobernar y reinar en el reino de Dios es a través del camino de un agotador año de ir a testimoniar puerta por puerta. Se nos ha dicho por uno de sus trabajadores más antiguos que para garantizar el privilegio de reinar en el Reino de Dios ( en la tierra), ellos tienen que testimoniar unas cien horas cada mes en un año completo.
Que triste ver gente bajo tal degradante servilismo y pobreza de Espíritu. Y ellos están cegados sin ayuda a la inutilidad de sus labores. De este modo, cuando ellos vengan a vuestras casas, aunque invadan vuestras privacidades y tiempo con vuestras familias, no los tratéis con desdén; porque ellos están simplemente intentando ganar el favor de un Dios airado mientras esperan asegurar sus lugares en Su Reino.
Los lideres de esa organización han sido endurecidos como aquellos de todas las religiones. Sin embargo, la gente es prisionera y su arduo trabajo implacable es suficientemente severo como en realidad lo es, y no deberíamos agregar más a su pesada carga. Ellos están engañados, esto es seguro, pero son sus propios Fariseos, aquellos que los engañaron y esclavizaron a sus leyes y sus trabajos quienes son responsables.
Pudiéramos encontrar muchas ideas mal concebidas sobre como la gente religiosa presume complacer a Dios, para ir al cielo, o ganar sus coronas; pero no tendríamos en este corto artículo para cubrirlas a todos ellas. Más aún, aquellos errores deberían ser evidentes por si mismos y no necesitaríamos decir más sobre ellos. De este modo, examinaríamos nuestras propias posiciones, no como policías del Reino, sino únicamente para sostener un espejo en el cual podemos ver más claramente para ayudar a otros en nuestro viaje.
Después de que esta gente especial del Señor son llamados a salir de la religión y la servidumbre del hombre, ellos frecuentemente se encuentran a si mismos en un duro lugar. Yo no hablo de una circunstancia natural la cual es común al hombre, sino un lugar duro de no conocer como servir a Dios. Esto puede ser muy perturbador para la gente quienes toda su vida no conocen nada más sino estar ocupados haciendo cosas en sus iglesias. Ahora, ni siquiera tienen un programa de construcción al cual darle su tiempo y dinero, no mencionando los banquillos que calentar en los Domingos por la mañana. Verdaderamente, es una cosa sacar a un hijo de Dios fuera de Babilonia, y otra muy distinta sacar a Babilonia de ellos, como hemos venido a saber.
EL MINISTERIO DE HOY DE LOS HIJOS DE DIOS
Cada día más gente abraza las enseñanzas del Nuevo Testamento de Pablo concernientes a la Manifestación de los hijos de Dios. Ellos también ven la verdadera identidad de Babilonia, la Madre de las Rameras. Con este entendimiento ellos están dejando el sistema de la iglesia, tanto en forma voluntaria como expulsados. En su nuevo mundo ellos por momentos se encuentran en un lugar perdido al no conocer lo que pueden hacer para complacer a Dios. Su anterior adoctrinamiento fue plantado tan profundamente, y la urgencia de hacer algo por Dios continua fuertemente en ellos. Aunque ellos están más allá de las paredes y fuera de las puertas de la ciudad antigua, hay una urgencia imperiosa para hacer algo. Pero ¿Qué pueden ellos hacer, dado que ellos no están más en medio de la misma estructura en la cual muchas buenas obras fueron realizadas?
Entonces era mucho más fácil. En la estructura del sistema de la iglesia los predicadores predicaban, los pastores pastoreaban, los maestros enseñaban, los cantantes cantaban, los músicos entretenían, los bailarines danzaban, los testigos testificaban y si ellos no estuvieran entre aquellos de variados talentos--- ellos eran una parte de la audiencia obediente que hacen todos aquellos ministerios posibles. Pero después de que ellos fueron removidos de sus actividades débiles, sus mapas religiosos se volvieron oscuros y no vistos en forma clara. Así que ¿Qué pueden ellos hacer ahora para complacer a Dios? Ellos son enfrentados con un callejón sin salida real y grande, para no decir otra cosa.
Con tal pesada carga presionando sobre sus mentes, no es poco común encontrar hombres y mujeres quienes tienen una fuerte obligación para predicar, enseñar, y/o profetizar. Incluso si es tan solo a un puñado mísero de estudio de la Biblia en hogares, lo que bastaría por cierto tiempo.
La etapa no es cercanamente la misma en el desierto como lo era en Babilonia; pero algo tiene que ser hecho, así que es pensado, además no hay nada que ellos puedan hacer para complacer a Dios y ganar unos puntos. Es el mismo viejo tema-ellos deben estar ocupados haciendo algo, aunque en el desierto, se ha dejado mucho de hacer, excepto convertirse en el líder de pocas almas errantes. [Caín hizo lo mismo cuando salió a la tierra de Nod la cual significa errar. Él reunió a la gente nómada y construyó una ciudad. Nimrod, el cazador de almas entonces estableció su propio reino llamado, Babel, y más tarde, los descendientes de Noe construyeron la Torre de Babel de ladrillos y lodo hecho por hombres]. Más aún, aquellas pocas almas todavía tienen a Babilonia tirando de los lazos de sus corazones, y ellos sienten la necesidad de tener a alguien sobre ellos. Ellos también tienen la urgencia de construir algo.
Por favor considere que, hay lugares para todos los ministerios que nuestro Señor llama a Su servicio; pero la única persona que debe estar siempre sobre alguien más es el Señor Jesucristo (como cobertura). Todos los otros son miembros del Cuerpo, del cual---Él es la Cabeza. Más aún, todas las cosas construidas deben ser por Su mano y no con ladrillos hechos por hombres y los esquemas por los cuales se mantienen juntos. Los bloques de los edificios deben ser de Dios, piedras/hijos que son formadas en Su imagen peculiar.
Mi espíritu está afligido cuando escucho a predicadores hacer declaraciones sobre "su" iglesia, "sus" ancianos, "su" gente, y "sus" gustos. Ellos puede que no se den cuenta de ello pero tales palabras son testimonios deslumbrantes de que "ellos" son señores sobre la gente en lugar de Jesucristo. Ello suena como si de no ser por ellos, la gente estaría perdida.
Entonces, ¿Qué debe hacer uno después de que ellos dejan el reino de Babel en donde las leyes religiosas estuvieron ensilladas sobre sus espaldas? Ha sido taladrado dentro de las mentes de muchos santos celosos que estos deben construir una torre al cielo. Ellos deben ministrar, aún si no es nada más que resaltar en la iglesia y testimoniar con suerte a un alma perdida en alguna ocasión. Lo poco que ellos pudieran encontrar para trabajar apenas parece ser suficiente para complacer a Dios y pavimentar su camino al reino de los cielos. De este modo, las preguntas persisten: ¿Qué debe hacer uno después de que ellos dejan los confines del reino antiguo? ¿Qué exactamente es un ministerio legitimo para un hijo de Dios en estos días? ¿Qué puede hacer uno para ser recordado y dejar su marca en el mundo?
Respondamos a la última pregunta. ¿Qué diferencia hace si dejamos una marca o no? ¿Por qué queremos ser conocidos hoy o ser recordados mañana? Tales aspiraciones generalmente vienen del deseo de ser adorados en algún u otro grado, especialmente si la persona sufre un complejo de inferioridad. Esta es la razón, estoy persuadido, por la que algunos hombres y mujeres harán cualquier cosa para ser llamados pastores o maestros. Ellos no se sienten tan inferiores cuando son admirados y reverenciados como alguien importante como aquellos que están siendo pastoreados y enseñados. Y ellos serán siempre un grupo de gente que se someterán ellos mismos a estas demagogias ;pero es difícil para mi de creer que ellos hayan tenido una verdadera revelación de la "ADOPCIÓN" (Sonship) cuando esto acontece. Si ellos hubieran tenido alguna, ellos no podrían haber permanecido bajo ningún régimen por mucho tiempo. Rechinaría demasiado fuerte sobre el Espíritu del Hijo el continuar bajo tal esclavitud. Una vez que ellos estén libres, encadenarlos de nuevo a las paredes- celdas de la religión, sin importar de que tan pequeña y no - denominacional ellos puedan ser, resultará imposible.
Entonces, ¿Qué debe un Hijo de Dios hacer para tener un ministerio? ¿ No están ellos supuestos a estar reconciliando al mundo para Dios? Si ellos no tienen un ministerio, ¿Cómo ellos van a culminar el trabajo? Primero, por alguna extraña razón, demasiados están enganchados en tener un ministerio o en admirar a aquellos que tienen un ministerio. Ellos asumen que nada puede ser hecho excepto a través de ministerios. Es como si las manos de Dios estuviesen atadas si no hubiesen ministerios. ¿Desde donde llega tal noción? Seguramente, Hay muchos llamados de Dios sobre las vidas de la gente, y tales servicios son llamados ministerios; pero es aparente que los ministerios se han vuelto un punto de adoración estos días para muchos. Esto es, los ministerios y los ministros son frecuentemente buscados más que DIOS MISMO. Triste, pero cierto.
El hecho es, que el deseo de ser conocido, o ser reconocido como algo especial, fluye como un río a través de casi todo el mundo. Corre profundo en las almas de algunos, mientras que para otros las aguas son menos profundas. Algunos son sobrecogidos por ello, mientras ello toca a otros siempre de una manera ligera. Sin importar su profundidad, déjame preguntar de nuevo: Otro diferente a Dios escogiéndolo para ser eso, y por razones conocidas por Él, ¿Qué diferencia haría si somos conocidos por alguien? ¿Por qué estaríamos tan preocupados por complacer a la gente? ¿Nos liberó la gente del poder de la oscuridad y nos trasladó al Reino del amado Hijo de Dios? No creo eso. "Y darán gracias al Padre que nos preparó para recibir nuestra parte de la herencia reservada a los santos en su reino de luz. Nos arrancó del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo amado." (Colosences 1:12-13) y ¿Vivimos por cada palabra halagadora que procede de la boca de los hombres? No de ninguna manera: "El hombre vivirá de cada palabra que proceda de la boca de Dios" (Mateo 4:4)
Y si muriéramos hoy, ¿Quién nos recordaría mañana? Un manojo, seguramente. Nuestra familia y amigos, ellos nos mantendrían en sus corazones hasta que ellos nos sigan a la tumba. Para la mayoría, sin embargo, después de un año o más, nuestros nombres pasarían muy raramente a través de las mentes de otros quienes nos han conocido y quizás respetado por muchos años. Algunos incluso olvidarían nuestros nombres. Después de que nuestra generación pase, entonces la memorias de nosotros y de nuestras hazañas pasarán juntas con ellos. Y a no ser que nosotros hagamos algo para ser recordados en los archivos de la historia, nuestros nombres nunca serán aspirados de los labios de los hombres de nuevo, por siempre.
De este modo, desde la perspectiva de una foto grande--- ¿Qué diferencia hace si nos convertimos en hombres o mujeres que somos admirados o no? Con estos pensamientos ante nosotros, ¿Porque nos preocuparíamos si dejamos una impresión en la mente de alguien?, especialmente cuando entendemos que muy pocos no cuidarían menos de usted y de mi; porque ellos están demasiado concentrados sobre impresionarnos a nosotros o a ellos mismos para preocuparse por otra cosa.
¿Suponemos que le complace a nuestro Padre cuando trabajamos en ganar la admiración de la gente? ¿Creemos que Él está orgulloso de nosotros cuando impresionamos a la gente con nuestros talentos, y enamoramos sus corazones con nuestras personalidades? Es algo dudoso. Yo no creo que alguna vez le escuchemos decir, "bien hecho, mi fiel y buen hijo". El hecho es, que yo estaría muy sorprendido de encontrar que Él esté complacido con tales propuestas humanas. No hay, por supuesto, nada incorrecto con poseer talentos y personalidades atractivas dadas por Dios. Tales cualidades en las vidas de la gente son porciones de quienes ellos son, y no para ser despreciados; pero los talentos y las personalidades nunca deberían ser usados como herramientas para manipular otros.
No hemos visto que Jesús, nuestro principal ejemplo, haya ido tratando de ganar amigos e de influenciar a la gente. Su seguridad no se basaba en la gente sino en saber quien era Él. No le importaba lo que el mundo pensara de Él, Él se mantenía igual. Si el mar de la religión rugía y hacía espuma desde su ira, Él descansaba y dormía en el lado de atrás del barco de la vida. Cuando había una necesidad para moverse hacia delante, y mientras la tormenta continuaba su furia-Él no se sentía intimidado. Cuando Él no calmaba las olas por el bien de otros, Él caminaba sobre las oleadas ruidosas de la condenación.
Jesús nunca fue a los líderes de la religión esperando ganar sus favores y calmar la tormenta contra Él. No fue Su intención llevar Su pie a la puerta de sus vestíbulos sagrados para que de esta forma Él pudiera ser endosado y establecido con un ministerio. El compromiso (arreglo) no estaba en Él, y tampoco usó Su carisma para dirigir a las multitudes de miles a ser reconocido como "El hombre de Dios del momento". Él no lo tenía que hacer. Él sabía que era más que eso--- Él era El propio Día, La estrella de la mañana, El Sol, La Luz viniendo a este mundo que iluminaría a cada hombre (Juan 1:9)
Mas aún, nuestro Señor no se unió a los clubs a fin de familiarizarse con los padres de la ciudad, los hombres correctos de negocios, los jueces, los legisladores y otra gente de influencia a fin de asegurar Su sustento y estatus social. Tales tácticas carnales no tienen parte con la vida y el Reino en donde Él habita. Su sustento estaba enraizado y encallado en Su Padre.
Estoy todavía asombrado de ver cuan sutil es este manejo inexorable por el reconocimiento. Esa cosa llamada , YO, quiere ser respetada, reverenciada, aplacada. Si la veneración puede ser obtenida dando palmadas en los hombros a las personas correctas, se hará así. Si predicar la palabra de Dios lo hará, entonces será predicada la palabra de Dios. Sutil y astuta es esta oscura cosa que se enmascara como la luz.
Si no es la astucia sutil de engrandecimiento propio y de la ganancia personal, pudiéramos caer en el engaño que mencionamos anteriormente---pensando que debemos estar haciendo algo, o de otra manera nunca complaceremos a Dios y entraremos en su Reino. Primero, recuerda si puedes que, somos seres humanos, y no obras humanos, y esto puede extenderse en aquello lo cual somos en Cristo. Es quien somos más que lo que hacemos lo que nos hace un HIJO DE DIOS.
Sin importar, si estas haciendo muchas cosas o estas sentado ociosamente, si eres nacido de Dios, y eres de edad madura-eres un hijo. Puede que no seas uno bueno y fiel, pero, no obstante, eres un hijo.
Eso nos trae de nuevo a la pregunta---¿Qué es lo que se requiere para ser un siervo bueno y fiel o un hijo de Dios? ¿Qué debemos hacer para escuchar a nuestro padre resonar con: "... Tú eres Mi hijo amado, en quien me complazco" (Marcos 1:11). ¿Llenamos nuestros días con muchas obras buenas y fieles o podremos sentarnos atrás, no haciendo nada, y habitando en nuestro tiempo. Mientras esperamos por Dios para establecer Su Reino y moverse en nuestras vidas? Yo desearía que hubiera respuestas rápidas y preparadas que encajaran en todos; Pero hasta el momento sé que no hay ninguna.
Como tu ves, una persona puede ser llamada a hacer muchas cosas, mientras alguien más puede no ser requerida para hacer nada en absoluto. Uno puede ser movido por El Espíritu para llevar las Buenas Nuevas de Jesús a las naciones, mientras la misión de la próxima persona puede ser en su propia casa. De este modo, ¿Cual de los dos es bueno y fiel? Aquel de las líneas del frente de acción, o aquel detrás de las escenas que no son conocidas por nadie? De este modo, ¿Cual de los dos es bueno y fiel?, eso es, si ellos ambos están haciendo lo que según la mente del Espíritu de Cristo debe hacerse. Ninguno será visto más grande que el otro.
Ocurriría lo mismo cuando un padre envía a uno de sus hijos a trabajar en los negocios de la familia; mientras él desea que el segundo hijo permanezca y atienda los asuntos de la familia. O simplemente pudiera desear su compañerismo en una tarde de pesca. Al final del día después de que todo el mundo vio al primer hijo ocupado sobre los negocios paternos, pero no vio nada al segundo hijo- ¿Cuál hijo sería llamado fiel y bueno? A los ojos de la gente, pudiera ser aquel que estaba haciendo cosas; sin embargo para el padre, no habría diferencia. Ellos ambos son buenos y fieles; porque ellos ambos estuvieron haciendo exactamente lo que su padre deseaba de ellos.
Por otro lado, si aquel a quien el padre quería ir de pesca le dio un hinchazón de pies y sintió que tenía que estar ocupado como su hermano, y trabajó desde el amanecer hasta el atardecer, pero él no habría hecho las buenas obras, ni sería considerado fiel. Aquello que determina si uno es bueno y fiel es su obediencia, y esto no es por sus deberes a la ley sino desde el amor. Aquel quien voluntariamente se encuentre donde su padre lo desee, o esta más que complacido por ir cuando se le pidió ir, es aquel considerado bueno y fiel. No es tanto lo que haga para complace a Dios, sino es un corazón amoroso y obediencia ardiente a cada uno de Sus deseos.
YO HAGO SIEMPRE LAS COSAS QUE COMPLACEN A MI PADRE
"Jesús Agregó: [cuando hayan levantado en alto al Hijo del Hombre, entonces conocerán que yo soy, y que nada hago por cuenta mía. Solamente digo lo que el Padre me enseña. Él que me envió está conmigo y no me deja nunca solo, porque yo hago siempre lo que a él le agrada]" (Juan 8:28-29)
¿Podemos nosotros decir lo mismo? ¿Es nuestro el testimonio de que nosotros no hacemos algo de nosotros mismos, sino solamente como nuestro Padre nos ha enseñado? Es poco probable que nosotros nos hemos siempre movido en una forma complaciente a Él, sin embargo yo creo, que se está volviendo más común cada día, especialmente cuando el amor se vuelve un latido del corazón de nuestras almas y el entendimiento amanece sobre nuestras mentes. Cuando vemos que no es tan importante lo que hacemos, sino a través de que fuente está siendo hecha, esto es lo que hace la diferencia.
La fuente de la motivación de Jesús se debió a la unión que Él mantenía con Su Padre, y entre otras cosas, esto lo hizo a Él discreto con las cosas sagradas del Reino, especialmente cuando vino a lidiar con los Fariseos. Él no botó Sus perlas a los cochinos (Mateo 7:6) Tanto si Él hablaba o se mantenía en silencio, Él complacía a Su Padre. Él conocía la mente de Su Padre, e igualmente la mente de la gente. De este modo, Él conocía cuando hablar y cuando no hablar.
Aunque Sus palabras estaban impregnadas con vida eterna, Él no siempre habló. Él sabía cuando era tiempo de guardar silencio (Eclesiastés 3:7) En una ocasión Él dijo, " Tengo muchas más cosas que decirles, pero ustedes no pueden entenderlas ahora" (Juan 16:12) Él no fue como lo que nosotros fuimos en tiempos pasados, cuando pensábamos que teníamos que decirle a todo el mundo, todo lo que nos encontrábamos (que en muchas ocasiones era muy poco).
El ignorante de hoy no puede atrapar tales cosas. Ya sea en el propio momento o no, ellos rápidamente te condenaran si no estás testificando a todo el mundo en todo momento. Ellos localizarán varios versos, tales como "... Ir al mundo entero, y predicad el evangelio a todas las criaturas" (Marcos 16:15). Y "...Salid a los caminos y traedlos, para que Mi casa pueda ser llenada" (Lucas 14:23). Sin embargo, si el Señor no te ha hablado estas palabras a ti, si ellas no arden como carbones de fuego en tu corazón, No habrá más la letra que mata, y tu no estarás complaciendo a tu Padre. Sin embargo, si lo escuchas hablarte, si esa palabra es despertada en ti, entonces por todos los medios---ve. Estarás complaciendo a tu Padre. O si tu lo has estado pensando en tiempos pasados, y entiendes cuando y a quien debes ir, y sabes que el momento ha llegado, vete con toda seguridad y la victoria estará en tus manos. Esto también estará complaciendo a tu Padre. Cualquiera Su voluntad sea, ya sea ir, quedarse, hablar, o permanecer en silencio, cuando es hecho o no hecho, esta complaciéndolo a Él.
Jesús era un placer para su Padre. Era simplemente bueno tenerlo alrededor, y no importaba si Él estaba sanando al enfermo o levantando al muerto, si él estaba trabajando o si él estaba sentado al lado de una colina observando la grama verde, Él era siempre complaciente, porque Él estaba listo para los negocios de Su Padre. O mejor dicho, Él estaba simplemente listo para Su Padre (Lucas 2:49).
Los traductores suministraron la palabra, negocio, la cual implica trabajo. No hay un gran problema cuando dejamos la palabra en este verso, porque las buenas obras son una cosa maravillosa en los ojos de Dios. Sin embargo, necesitamos conocer que podemos ser el placer de nuestro Padre ya sea que estemos trabajando o estemos tranquilamente sentados. Podemos sentarnos quietos en el Espíritu tan fácil como podemos trabajar en el Espíritu, y cada uno de ellos es bueno y aceptable y la perfecta voluntad de nuestro Padre (Romanos 12:2). Está también escrito " Recomiendo ante todo, que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y de paz. Con toda piedad y dignidad" (1 Timoteo 2:1-3)
Podemos vivir vidas pacíficas y tranquilas en toda la santidad y hermosura cuando trabajamos fuerte en el Espíritu de nuestro Señor; pero podemos también hacer lo mismo viviendo en un tiempo de preocupación en las cuevas de Adula. De este modo, mis queridos amigos, no nos preocupemos si no podemos estar golpeando en los senderos evangelísticos, o si no hay ninguna hoz en nuestras manos para sembrar una cosecha abundante. Estemos contentos en donde estemos y con lo que estemos haciendo o no haciendo. Mientras sepamos que es por el Espíritu de nuestro Señor que vivimos y existimos, permanezcamos en paz. Descansa mientras puedas, porque vendrá un día, y creo que pronto, que no habrá más que hacer que lo que podemos manejar por nosotros mismos.
Sin embargo, me temo que aquellos que han estado trabajando arduamente todos estos años tratando de desarrollar sus ministerios serán dejado atrás cuando los Hijos de Dios sean manifestados. Como ustedes ven, la formación, el cincelado, el moldeo y el dar forma al cuerpo de Cristo está tomando lugar detrás del velo, en los pabellones del Lugar Santísimo. Aquellos que ambicionan la gloria de un ministerio están listos para sus propios negocios, y estos están el atrio exterior. En ese lugar, ningún trabajo del Espíritu puede esperarse que los traerá dentro de la madurez como hijos de Dios.
De este modo, con al menos un fragmento de entendimiento, déjame preguntar-mientras estamos complaciendo a nuestro Padre en hacer o no hacer, ¿Por qué deberíamos preocuparnos? ¿Qué diferencias hace si tomamos el Evangelio del Reino a las selvas de Sudamérica, o hablando a cientos o miles por toda la nación, o ministrando a grupos pequeños en la casa, o si estamos sentados en casa solos? ¿Por qué debería cualquiera de esto importarnos cuando conocemos quienes somos en la voluntad de Dios, y Él pudiera cambiar nuestro caminar instantáneamente si Él así lo deseara. Verdaderamente, no debería importar una forma u otra. Si nuestro deseo del corazón es aquel del Señor, nuestra canción será, "cualquier lugar sobre la tierra será mientras yo esté contigo". Si no, entonces, no importa donde nuestros pies caminaren, el pote del oro de gloria estará siempre solo más allá de nuestro alcance mientras corramos hacia el fin del arco iris que siempre se va.
LUCES ROJAS DE VIDA
Cuando estamos sumergidos en Cristo, Él en nosotros, y nosotros siendo conjuntamente UNO con nuestro Padre, no debería hacer diferencia donde estemos o lo que hagamos; porque el deleite del Reino está ya sostenido en nuestros brazos. Como un ejemplo, consideremos que estas manejando a través de la ciudad con aquel, con las luces de tráfico bajas colocadas en tu camino. Tu estás recortando a lo largo la velocidad a 35 millas por hora y arriba derecho surge la luz que simplemente cambió a sus siniestro amarillo-naranja, anunciando que tu viaje iba a estar retrasado temporalmente. Por supuesto, si el carro de enfrente de ti acelerará solamente despacito, ustedes ambos lo podrían hacer a través de la intercesión antes de la fatídica luz roja que los alcanzó. Pero para tu consternación, él reduce la velocidad lo suficientemente para que tu carro escasamente se resbalase , pero tu estás atrapado en el frío, y tienes que venir a una parada de freno.¿ Cual es tu reacción? Ira alimentada, frustración o paz perfecta?
Deja al Espíritu de nuestro Señor hablar, preguntando: " Si tu eres uno conmigo, el Príncipe de Paz, ¿Qué diferencia hace a que lado de la luz roja te encuentres? ¿Soy yo menos contigo atrás de la luz que al otro lado? ¿ Es mi paz más grande cuando tu carro se está moviendo a 35 millas por hora que cuando estas sentado en una intersección? ¿ No hay 24 horas en cada día. El cual es un largo tiempo para que todo el mundo cumpla lo que debe, y todavía descanse su cansado cuerpo al final del día? ¿Qué pasa con las luces rojas, de cualquier forma?
Una simple lección objetiva, pero tan sorprendentemente ruda. Es una llamada despertador si escucháramos. Nuestro viaje a través de la vida, ya sea con ministerio o sin él, puede ser comparada a una luz roja. ¿Qué diferencia hace si navegamos conjuntamente con Cristo y ministrando Su Evangelio, o estamos sentados en la casa con Él? Si nuestro verdadero deseo es ser uno con Él-el precio del Supremo Llamamiento de Dios-no debería existir diferencia en absoluto. Te puedo decir esto, si es Su voluntad para ti ministrar---Tu serás completamente miserable hasta que tu lo hagas, y Él proveerá los medios a través de Él para que ministres.
Sin embargo, si tu deseo es ser reconocido, ser admirado, ser considerado como alguien especial, estar en primera fila de todo lo que está ocurriendo---entonces tú te sentirás también miserable habitando solo. La miseria, no será debida al dolor del Espíritu de Cristo, sino desde tu propio descontento de no ser capaz de hacer lo que quieres.
Con esto como testimonio, ¿Cómo alguien pudiera complacer a Dios? Mientras Él desea tener un tiempo personal con nosotros, nosotros estamos afuera haciendo nuestros trabajos, es poco probable que le escuchemos a Él decir---"Bien hecho, Mi hijo bueno y fiel".
No es en el otro lado de los semáforos del otro mundo donde el Reino de Dios es encontrado. La justicia, paz y alegría son encontradas donde pudiéramos estar. Ya sea aquí o allí, mientras estemos haciendo Su voluntad, que es donde nuestro Señor debe ser encontrado. ¿Podemos nosotros estar contentos con eso, incluso si es permaneciéramos en casa, solos, con nadie sino con Él? Preguntas duras para los inseguros, aquellos que buscan popularidad, y para quienes puedan tener la "picazón del predicador"-pero es relevante y merecedor de consideración.
ES MEJOR ESTAR SOLO CON CRISTO QUE SER UN REY SIN ÉL
Mientras estamos pensando, notemos un sorprendente contraste. "Cuando Jesús, de este modo percibió que ellos vendrían y lo tomarían por la fuerza, para hacerlo a él un rey, Él se volvió a ir de nuevo a una montaña... SOLO" (Juan 6:15). Más que Jesús buscando un ministerio (un reino), Él buscó a Su Padre, y no en las muchedumbres de las reuniones, sino en una montaña S-O-L-O.
Jesús nunca estuvo apurado por predicar. Él fue un predicador reacio. Él nunca buscó lo suyo, y más que establecerse Él mismo como un lider, Él asumió el papel de siervo, no haciendo de Él ninguna reputación. (Filipenses 2:7) Contrario a lo que parecería ser la mejor cosa a hacer, Él siempre hizo la voluntad de Su Padre. Incluso cuando la gente estaba probablemente en grave necesidad de sanidad, Él solamente actúo cuando Él escuchó a su Padre hablar, lo vio a Él primero hacerlo, o era algo en que Él había sido enseñado: "Yo no puedo por Mi mismo hacer nada: como escucho, juzgo..." (Juan 5:30)"... y yo hablo...aquellas cosas las cuales yo he escuchado de Él" (Juan 8:26). " Yo hablo eso que yo he visto con mi Padre..." (Juan 8:38). " No hago nada por mi mismo; sino como Mi Padre me ha enseñado a Mi..." (Juan 8:28)
Así aun, cuando Jesús estaba solo en la Montaña. Él nunca estuvo realmente solo; porque aquel que lo había enviado a Él estaba con Él. Él decía: "El Padre no me ha dejado solo..." y la razón de que Él nunca estuvo solo era porque Él siempre hacía lo que le complacía a Su Padre. Él lo complacía cuando Él estaba haciendo nada, y Él lo complacía cuando Él estaba ocupado enseñando; porque todo lo que Él hacía era la voluntad de Su Padre".
Algunos creen que ellos tienen que estar predicando para que la unción que habita en ellos este siempre presente. Pero te puedo decir hoy, que Jesús no tuvo que alimentar los miles, sanar al enfermo o resucitar al muerto para que la unción de Su Padre estuviera presente. Siempre estaba presente. Desde la soledad de la montaña a la alimentación de miles, Él tenía con Él la unción de Su Padre.
Hemos escuchado tan frecuentemente que nosotros como Cristianos deberíamos salir en fe, y Dios cubriría las necesidades. No obstante, yo dudo que Jesús alguna vez salió en lo que muchos llaman fe, esperando que las necesidades fueran satisfechas; porque Él no era un hijo presuntuoso, sino un Hijo de la obediencia.
Tristemente, vemos ciertas cosas elevándose en sus fuerzas carnales vislumbrándose con el aceite del orgullo. Ellos reclaman el nombre de Jesús como su autoridad; pero Él está lejos de ellos. Él no endosará sus esfuerzos de albañiles de construir su propio reinos. Más que arrepentirse de tales rebeliones y cambios al Reino de Dios, la cual esta entre nosotros, ellos continúan dirigiendo su atención a su propias responsabilidades y habilidades religiosas. En su hora de gloria es asumido que sin ellos el trabajo no se llevará a cabo. Yo me temo que ellos nunca han conocido al Señor que ellos claman servir.
La gente interviene en tales ministerios con estilos propios que me recuerdan de una amonestación que nuestro Señor le dio a aquellos de motivación similar:
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad." ( Mateo 7:21-23)
Hermanos, el Señor no necesita, no desea, iniciativas de hombres en Su Reino. Más aún, si las piedras clamarían en alabanzas y adoración a Jesús, debido a que los hombres no lo harían, Yo dudo que Él estaría ante una pérdida si cada ministerio que conocemos, bueno o malo por igual, en forma repentina se secará y marchitará. Yo, sé más allá, de cualquier sombra de duda que si el ministerio de PATHFINDER cesara de existir en este preciso momento--- Jesús no sería paralizado o obstaculizado por un segundo. Su Reino continuará con o sin mi. No es que Él me necesite para ministrar Su palabra, Él quiere que yo lo haga, al menos por hoy. Por razones solo conocidas por él, Él escogió este vaso inverosímil para compartir una pequeña fracción de las riquezas abundantes que Él mantiene en reserva. No solo eso, el único camino por el que yo continuaré sembrando estas pocas semillas es si continuo complaciéndole-Y ese es el deseo de mi corazón, complacerlo a Él. Su complacencia es mi complacencia. El hecho es que si Él no está complacido conmigo, no importa lo que estoy o no haciendo, no habrá complacencia en mi corazón tampoco. Solamente cuando Él se eleva con alegría en mi puedo yo conocer la alegría.
De esta manera, mi amigo, estemos seguros de conocer que--- ES MUCHO MEJOR ESTAR SOLO CON CRISTO QUE SER UN REY SIN ÉL. Cuando esto sea el latido del corazón de nuestras almas, le escucharemos decir-¡BIEN HECHO MI BUEN Y FIEL HIJO EN QUIEN ESTOY COMPLACIDO!
Elwin R. Roach
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